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¿Por qué el estrés engorda?

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¿Qué es el estrés?

Cuando nos encontramos ante una situación de emergencia, nuestro organismo da la alarma de peligro y la respuesta automática es el estrés. Durante esta reacción, liberamos hidrocortisona para que nuestro cuerpo haga un gran esfuerzo físico para superar esta situación.

Pero… ¿Qué papel juega en el aumento de peso?

¡Uno más importante de lo que pensamos! La relación entre la comida y el estrés es muy estrecha. Si comemos rápidamente, con nervios, sin tranquilidad, incluso de pie o en la mesa de la oficina mientras trabajamos, nuestro cuerpo identifica esta situación de la misma manera que si estuviéramos ante un peligro y, en consecuencia, activa una respuesta de estrés. 

Esta descarga de adrenalina aumenta nuestra tensión muscular y nuestro ritmo cardíaco, cosa que supone un gran gasto de energía. Después es cuando empezamos a segregar cortisol, cuya función es encontrar energía en situaciones de estrés y, por esta razón, esta hormona acaba aumentando nuestro apetito.

Todo sería coherente, sano y lógico si comer fuera una situación de peligro real. ¡Pero no es así! Si nuestro cuerpo confunde “el no tener tiempo para comer” en una emergencia, además de aumentar nuestro apetito, ralentiza otros procesos del organismo, como es el caso de la digestión porque prioriza nuestra respuesta de defensa y el mecanismo de estrés. 

Así pues, el estrés engorda porque convierte las digestiones en procesos mucho más lentos. Esto se traduce en que los movimientos del estómago se hacen más lentos y la secreción de jugos gástricos se frena.

¿Cómo evitar engordar por estrés?

Para gestionar el estrés, los malos hábitos con las comidas y las situaciones agobiantes en el trabajo te damos los siguientes consejos:

  • Consume alimentos antiestrés: las frutas y verduras poseen vitaminas y minerales necesarios y saludables para el organismo. Por otro lado, consumir proteína ayuda a saciar el apetito y a controlar la glucosa y la insulina en la sangre.
  • Aumenta la ingesta de alimentos con Omega-3: Estos incrementan los niveles de triptófano, el precursor de la serotonina que es la hormona de la felicidad, por lo que ayudará a combatir el estrés.
  • Planifícate las comidas: Realiza un horario y menú de las comidas. Come cuando debas para que no suponga un esfuerzo.
  • No abuses de sustancias excitantes: El alcohol, las bebidas energéticas, la cafeína y la nicotina aumentan la presión arterial e incrementan los niveles de ansiedad y de estrés, lo que, a su vez, sube los niveles de apetito.
  • Tómate el sueño en serio: duerme un número de horas suficientes, sin interrupciones y en horarios regulares.
  • Introduce ejercicio físico en tu rutina: Es el mejor y más rápido método, ya que, por un lado, conduce a la liberación de endorfinas, que tienen propiedades naturales para combatir el estrés y pueden reducir los niveles de cortisol. Por otro, consumimos esa energía rápida que el cuerpo ha obtenido por el aumento de cortisol. Además, el deporte también te ayuda a sentirte mejor y aumenta la confianza en ti, cosa que proporciona una mayor sensación de control. ¡La actividad física es una manera excelente de desconectar la mente y olvidarte de los problemas!
  • Aprende a respirar: ¿Has probado alguna vez el prana yoga? Resulta muy útil para reducir el estrés. Si no tienes tiempo de realizar esta práctica, puedes, una vez al día, inhalar profundamente por la nariz durante cinco segundos, aguantar el aire dentro durante dos segundos y, luego, exhalar suavemente por la boca. ¡Repítelo 10 veces!
  • Entrena tu mente: Es una herramienta utilísima en la lucha contra el estrés. Con técnicas de atención consciente, aprendemos a estar en el presente, a olvidarnos del futuro y de sus complicaciones, a aceptar las situaciones y no dejarnos llevar por el pánico. Focalizamos nuestra atención en una sola cosa cada vez, por lo que dejamos de sentirnos sobrecargados y saturados, y de uno en un uno, los problemas parecen menos graves. Nuestra mente se tranquiliza y dejan de asaltarnos continuamente esos pensamientos que nos provocan tanto estrés. La jardinería, el ikebana, el ganchillo o la lectura son actividades que también nos ayudan a alejarnos del estrés y relajarnos mentalmente.
  • Realiza actividades gratificantes: planifica actividades que te resulten agradables, ya que de esta manera no recurrirás tanto a la satisfacción a través de la alimentación y mejorarás tu estado de ánimo.

¡Tómate la vida con filosofía y con calma!