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El trampantojo

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¡El trampantojo ha invadido los restaurantes de todo el mundo y no tiene ningún tipo de límites! Hace unos años parecía una moda, pero, sin duda alguna, este juego ha llegado con el firme propósito de quedarse para siempre. Se ha convertido en una tendencia que va más allá de la normalidad, en el que la creatividad lo es absolutamente todo.

¿Qué es un trampantojo?

El trampantojo es un juego gastronómico de lo más divertido que nos demuestra, una vez más, que la cocina es un arte y que simplemente con unos ingredientes básicos podemos hacer algo realmente fascinante si, como chefs, conseguimos ponernos en un buen creative mood.

Se trata de una elaboración culinaria que parece una cosa, pero en realidad es otra. De aquí su nombre trampantojo: trampa ante el ojo.  Y el objetivo principal es jugar con los sentidos y la percepción de los comensales para que al final se sorprendan con sabores y texturas diferentes a las esperadas.

¿De dónde procede?

¡De la pintura! El trampantojo es una técnica pictórica que tiene constancia desde tiempos de la Antigua Roma, que intenta engañar a la vista jugando con el entorno arquitectónico, la perspectiva, el sombreado y otros efectos ópticos de fingimiento, con el objetivo de dar al espectador una falsa realidad.

Suelen ser pinturas murales, naturalezas muertas o bodegones y, a pesar de ser propio de los lienzos, se ha trasladado en el mundo culinario, el cual a día de hoy, también se considera una de las grandes bellas artes.

¿Pero qué ven mis ojos?

Para que te hagas más a la idea de que es, ¡te dejamos aquí cuatro ejemplos de los mejores trampantojos con los que poner a prueba tu sentido de la vista! Recuerda, nada es lo que parecer ser… ¿Te dejarás engañar por los grandes chefs?

Para empezar, te presentamos el trampantojo de Beatriz Sotelo del restaurante A Estación con una estrella Michelín: una aparente menestra de verduras que en realidad es una ensalada de fruta.Javier Olleros, del restaurante Culler de Pau, también con una estrella Michelín, juega con nuestros sentidos, memoria y percepción con un maravilloso arroz con bogavante cuyos granos, en realidad, ¡Son de maíz!
Vuela al Reino Unido y aterriza en Dinner, el restaurante londinense del tri-estrellado Heston Blumenthal, dónde está sencilla y bonita mandarina, se convierte en una explosión de sabor de hígado de pollo y foie gras. ¿Cómo te quedas?
¡También puedes viajar hacia la Habana desde el Celler de Can Roca y disfrutar de un buen puro para terminar la comida! El Partagás Nº4 es, en verdad, chocolate relleno de nata ahumada, y el chupito de mojito es un bizcocho al ron con sopa de lima y granizado de menta.
Top Chef, David García. El fuet está hecho a base de chocolate y almendras, con un bizcocho simula el pan y para el tomate, utiliza queso cremoso y avellanas. 

Con la comida…¡Se juega!

Por muchas veces que de pequeño te dijeran que con la comida no se juega, si los grandes chefs lo hacen… ¿Por qué no lo intentas tú? Hay trampantojos muy complejos y que exigen de herramientas y técnicas que no están a nuestro alcance, pero este juego no es exclusivo de la alta cocina, ya que no es una técnica de cocina en sí. 

Así que te animamos a trabajar tu ingenio y creatividad. ¿Serás el próximo rey del simulacro?